miércoles, 10 de diciembre de 2014

En pelota picada.

Ayer, los españoles podíamos volver a disfrutar del reality de Cuatro. Hace más de dos meses que se estrenaba y sigue teniendo seguidores. Adán y Eva se ha hecho un hueco en la programación de la semana. A diferencia de otros programas de este tipo como Gran Hermano o Supervivientes, aquí a los concursantes no les hace falta llevar maleta, participan “como Dios les trajo al mundo”.

Totalmente desnudos un hombre y una mujer comienzan a conocerse en la isla croata de MIjet. Más tarde, cuando su relación comienza a dar los primeros pasos aparece un tercer personaje que luchará por el corazón del protagonista del capítulo. El objetivo final es que el pretendiente elegido termine enamorándose del protagonista y continúen su relación fuera de cámaras.

Dos de los concursantes charlando en una escena del programa.

“En pelotas”, los concursantes no solo se pasean por la playa paradisíaca sino también delante de miles de ojos que los ven desde sus casas. Una de las preguntas que más se han comentado durante este tiempo en los bares y entre los grupos de amigos es: ¿cuánto les pagarán? La verdad es que no se sabe pero cuál debe ser el precio por el que esta gente pierda la vergüenza e, incluso, la dignidad. Debe ser una cuantía alta, sino aun es más inexplicable.

No obstante, aunque el argumento siempre es el mismo y el final es bastante predecible, los espectadores lo siguen poniendo cada martes en sus hogares. El motivo de esto es que el reality entretiene y divierte no por el hecho de que vayan desnudos –factor que puede impresionar al principio- sino por las perlas que dejan susprotagonistas. El nudismo pasa a un segundo plano y toma protagonismo la incultura de los “adanes” y las “evas”. “¿La Alambrada? ¿Eso es de alambre? ¿Dónde está Córdoba?” son varias de las preguntas de las grandes y profundas conversaciones que se llevan a cabo en el programa de Mónica Martínez.

La presentadora del reality: Mónica Martínez.

Pero lo peor de todo no es esto. Lo peor de todo es que los participantes, probablemente, serán tan ilusos de pensar que la gente se ríe con ellos y no se den cuenta de que se mofan de ellos. Esperemos que no sean conscientes de esto nunca y sigan siendo felices en su ignorancia, que es mucha.

De todas formas, a pesar de las grandes críticas que se siguen haciendo a el reality show, la cadena televisiva ha conseguido su objetivo: ganar audiencia. Por ejemplo, el día de su estreno 2,8 millones de espectadores vieron este nuevo espectáculo y se convirtió  en el estreno de un programa de entretenimiento más visto de Cuatro.

En definitiva, ¿qué será lo próximo con lo que nos sorprenda la televisión? ¿Una autopsia en directo? El listón está muy alto para superar a “Adán y Eva”.

Cristina Navarro

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